Miguel Santos Alonso

Nació en Madrid, el 8 de mayo de 1916.
Sus padres, Geminiano Santos y Andrea Alonso, y sus hermanos, Jesús y Nieves, formaban una familia feliz y acomodada, gracias al esfuerzo de unos padres que habían llegado a la capital desde un pueblo de Segovia él y desde un pueblo de Toledo ella a ganarse la vida, logrando llegar a tener un negocio propio, una huevería y pollería, que habían levantado gracias a un duro trabajo.
Miguel estudiaba los últimos años de la carrera de Medicina cuando estalló la Guerra Civil y ello impidió que la acabara. Pedía libros de Medicina a sus padres desde Francia, como refleja en su correspondencia desde allí. Sus padres estaban muy orgullosos, ya que su hijo mayor era médico y su hijo pequeño estaba a punto de serlo, de lo que uno se puede hacer una idea si pensamos lo que debía suponer para una familia trabajadora haber podido dar estudios universitarios a sus dos hijos en los años 30.
Como su hermano Jesús, formó parte de las tropas republicanas siendo nombrado auxiliar facultativo segundo del Cuerpo de Sanidad Militar a las órdenes del jefe de Sanidad de la División de Ingenieros Blindados.
Estuvo en Cataluña hasta el final de la contienda. Pasó la frontera a Francia en febrero de 1939, en la llamada Retirada, junto a su hermano Miguel, cuando la caída de Barcelona y el desmoronamiento del frente de Cataluña.
Ambos cruzaron la frontera francesa y llegaron al campo de Argéles Sur Mer, como miles de españoles, en donde Jesús ejerció como médico y Miguel como sanitario en la enfermería que se montó en el campo. Pasaron a formar parte de las Compañías de Trabajadores Extranjeros (Barcarés, La Ciotat, Montmelian). Miguel fue seleccionado como enfermero y su hermano como médico y ambos formaron parte del Centro Sanitario Montfort de Montmélian (Saboya), desde principios de 1943.
El personal del Centro Montfort tenía relación con el Maquis, Resistencia Interior Francesa (incluso atendieron a algún guerrillero herido) hecho que fue delatado a las fuerzas alemanas por un colaboracionista francés, Paul Touvier, primer francés condenado por crímenes contra la humanidad en 1994.
El 24 de abril de 1944 se presentó allí la Gestapo y los hizo prisioneros junto a todo el resto del personal del centro. Fueron conducidos al campo de internamiento de Compiègne donde permanecieron hasta el 21 de mayo. De allí fueron llevados en un tren para ganado en unas condiciones lamentables, el convoy 1.214, cuyo viaje duró tres días hasta el campo de exterminio de Neuengamme, en Hamburgo (Alemania), donde llegaron el día 24 de mayo de 1944.
Miguel tuvo el número de prisionero 32.060 y parece que estuvo destinado en las cocinas del campo. Estuvo en Neuengamme hasta los últimos días de ocupación pues fue vaciado de sus ocupantes por las SS antes de la llegada de las tropas aliadas. Lo sacaron de expedición el 21 de abril de 1945 con la intención de trasladarle junto a 12.000 prisioneros a la isla de Fehmarn a orillas del Báltico.
Las SS llevaron a los prisioneros hacia la bahía de Lübeck y los metieron hacinados en tres barcos de pasajeros el Cap Arcona, el Thielbek, y el Deutschland. Estos barcos fueron bombardeados cerca de Neustad Holstein por la Royal Air Force británica, tomándolos por transportes de tropas alemanas y más de 10.000 deportados murieron, aquellos que pudieron salvarse a nado fueron matados a tiros por las SS.
Allí murió el más pequeño de los hermanos Santos, Miguel, en el Mar Báltico, el 3 de mayo de 1945, un día antes de que fuera liberado el campo de Neuengamme. Los nazis consiguieron que no quedase nadie vivo allí para contarlo.

 

 

Le Barcarès, 15 de mayo 1942. Miguel y Jesús Santos Alonso

 

Anillo de Miguel Santos recuperado de Arolsen en noviembre de 2020

 

 

Autora: Nieves Cajal Santos
Fuentes:
Archivo familiar
Archivos Arolsen
Pons Prades, Eduardo. Republicanos españoles en los campos de exterminio nazis (1940-1945). Barcelona: Belacqua, 2004, pág. 37
El País  https://elpais.com/diario/1989/05/26/internacional/612136808_850215.html